30.9.10

Lugares

Me planteo que no estoy haciendo las cosas bien. Lanzo las frases, pero el párrafo, el dichoso párrafo, queda incompleto. He de decidir cuál es mi objetivo; si dejo a un lado esos textos que me persiguen desde que tengo uso de memoria -he de continuar el camino del exégeta o, por el contrario, iniciar el camino del creador-. Leer, es fama, es reescribir. Los materiales se van apilando y van tomando cuerpo, ocupando el lugar que les corresponde; sin embargo, a veces, nos impiden ir hacia adelante.

Recuerdo ahora los libros que no he escrito, las ediciones que no he realizado, las erratas que no he corregido... Sí, definitivamente, no estoy haciendo las cosas bien.

2 comentarios:

Aryán dijo...

Y aun así, creo que sigues viviendo, es más, viviéndote, tal vez sólo en esa… “La pulsación de las sílabas”:

Él amaba la pulsación de las sílabas,
algunos acentos. cuarta, octava, décima.
Buscaba en ella lo que no sabía,
lo que nunca supo, o sospechara:
un sentido, la señal de la gracia, el frágil
hilo que condujese a la vida,
tan acá del deseo de vivirla.
Cuánta melancolía, cuánta incertidumbre
fue siempre la suya en lo que hacía,
allá donde el cuerpo se hace alma
o el alma se hace cuerpo- ¿cómo saberlo?
El tiempo casi nada le enseñó,
pero proseguía, insatisfecho
o inseguro, que ni eso sabía.
Entre impulsos, crispaciones, reticencias,
perseguía el ritmo de la música más suya
con el mismo empeño que lo que fuera antes
pura delicia, caricia breve. Sólo la mano
no había cambiado-siempre tan leve.

(de Eugénio de Andrade)

Antonio Becerra Bolaños dijo...

Gracias por tus palabras y por traer a propósito a Eugénio de Andrade.